Advierte que no dará «ni un paso atrás» para apoyar «la libertad» de las tiendas que quieren abrir en festivos.

El alcalde de Bilbao advirtió ayer que no dará «ni un paso atrás» en su apoyo a los comercios que quieren abrir en festivos -un máximo de ocho al año, como marca la ley- a pesar de toda la «polvareda» que se ha levantado en torno a este asunto. «No sé a qué viene tanto ruido», dijo en referencia a las protestas de las asociaciones, que han pedido la retirada del calendario de festivos «de interés» para el sector. El acuerdo plenario adoptado por PNV, PP y PSE «no es una ley ni un decreto», sino que busca «el impulso político para apoyar la libertad de los comercios que quieren abrir», insistió.

En sus primeras declaraciones sobre la polémica de la última semana, Iñaki Azkuna empezó por repasar el marco legal para dejar claro que en este sentido «las cosas están igual que hace quince días». Mencionó la ley del Gobierno central y el decreto del Gobierno vasco que permite abrir hasta ocho domingos y festivos a los establecimientos de más de 150 metros cuadrados, ya que el resto tiene plena libertad. «Lo único que hemos hecho es poner apellido a esos ocho días, voluntarios y absolutamente legales» a partir de una moción presentada por el PP.

En su opinión, los comercios locales deben preocuparse por otros problemas como hacer frente a la competencia. «En quince años, en Bilbao habrá tiendas y almacenes financiados por foráneos, como acaba de inaugurarse en Deusto un tiendazo de chinos, y estos van a abrir domingos y festivos. Hay que prepararse para la que viene y el que quiera abrir abrirá. Pero no porque lo dice Azkuna, sino porque le ampara la ley».

En cuanto a las asociaciones del sector que han cargado contra el Ayuntamiento, el alcalde sólo se refirió a Bilbao Dendak e ignoró al resto. Recordó que «después de la bronca» por la apertura de algunas tiendas el 18 de diciembre y el 8 de enero ya hubo un debate dentro de Bilbao Dendak. «Entiendo que tenga dificultades para definirse, porque es un conglomerado de opiniones y hay diferencias entre lo que piensan los de la Gran Vía, Indautxu, Deusto u Otxarkoaga. Pero no nos rasguemos las vestiduras», apostilló. Se mostró dispuesto a mantener «buenas relaciones» con esta agrupación, «pero no sólo para las subvenciones».

En cuanto a la preocupación de los profesionales de otros municipios vizcaínos, comprende que «los problemas son diferentes», aunque el pleno municipal «sólo habla de Bilbao y no tiene potestad sobre Bizkaia». ¿Eso crea tensiones en el seno del PNV? «A mí no me ha llamado nadie».