El pleno del Ayuntamiento de Bilbao institucionalizará hoy su apoyo a la liberalización parcial del sector comercial con el establecimiento del calendario que fija los siete días festivos que puedan abrir las tiendas de más de 150 metros cuadrados a lo largo de este año. El Consistorio remitirá este listado, consensuado por el PNV, PP y PSE y una representación de empresarios partidarios de esta medida, al Gobierno vasco para su aprobación. Esta decisión supone una contundente contestación de la mayoría política a las reivindicaciones sindicales, que sólo han encontrado el apoyo de Bildu.

La viceconsejera de Comercio y Turismo, Pilar Zorrilla, ya adelantó el pasado enero su disposición a «modificar» la legislación y respetar las decisiones refrendadas por los comerciantes. «En sus manos está decidir esos días clave», recalcó. Salvo el 6 de mayo y el 1 de julio, las fechas escogidas corresponden a los meses de noviembre y diciembre, coincidiendo con las épocas de mayor facturación. Aunque la ley establece un máximo de ocho días, el Consistorio ha establecido uno menos, al incluir con cargo a 2012 la apertura llevada a cabo el pasado 8 de enero. La actividad se desarrolló ese día en medio de una enorme tensión propiciada por las protestas sindicales, que obligaron a intervenir a la Ertzaintza y la Policía local.

El acuerdo municipal reafirma el compromiso del Ayuntamiento con un sector clave en el tejido económico de la ciudad. PNV, PSE y PP han limado sus diferencias y ahondado en la defensa de una política común al participar de forma conjunta en la elaboración de una enmienda que recoge el espíritu de la moción que tenía previsto presentar hoy la portavoz popular.

El grupo liderado por Cristina Ruiz considera que el «apoyo institucional» a la apertura en festivos requiere no sólo de gestos, «sino de hechos», y que el más determinante pasaba por concretar cuanto antes esos ocho días, aunque la competencia recaiga en última instancia en el Departamento de Industria del Gobierno vasco. La moción del Partido Popular, que finalmente ha sido retirada, instaba también a la Junta de Gobierno Local a participar «activamente» durante esas fechas mediante «la organización de eventos y actividades de animación» a fin de incentivar el atractivo comercial de la villa.

El acuerdo rubricado ayer por el peneuvista Ibon Areso y el socialista Alfonso Gil, además de la propia Ruiz, reafirma la «total disposición» del Consistorio a colaborar con los empresarios que deseen abrir en festivos y domingos en aras de garantizar el cumplimiento de un decreto ley amparado por el Ejecutivo autónomo y rechazado por todas las centrales. El epígrafe de 'Festivos de Interés Comercial para Bilbao-2012' contempla cinco domingos, tres de ellos en diciembre, y otros dos en mayo (6) y julio (1). Esta última jornada adquiere una especial significación, ya que coincidiría con el arranque de las populares rebajas de verano, uno de los momentos de mayor agitación comercial de todo el año.

Las otras dos jornadas quedarían reservadas para el 1 de noviembre, que cae en jueves, y el sábado 8 de diciembre, uno de los días más deseados por los comerciantes al situarse en el inicio de las fiestas navideñas. Este calendario se renovaría anualmente para reforzar «en todo momento los intereses comerciales».

Con el acuerdo que saldrá hoy adelante, el Ayuntamiento está convencido de que no sólo se sumarán en el futuro «más establecimientos a la apertura en festivos», sino que la capital vizcaína consolidará su carácter comercial como uno de los principales elementos de tracción turística. Los responsables políticos también coinciden en los beneficios que esta medida reportará a la hostelería, al «atraer más público» a la ciudad.

Mientras el pleno allana el terreno a los comerciantes afines, sindicalistas de ELA y LAB se concentrarán, a partir de las diez de la mañana, enfrente del edificio consistorial para expresar su descontento y «reivindicar el descanso semanal».